¡Vamos a prestar atención a la atención!

Blanca Navarro
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Las dificultades atencionales son muy frecuentes en la población infantil y cada vez más en la población adulta.La prevalencia del diagnóstico de Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad asociada se ha incrementado en las últimas décadas. La atención constituye una función cerebral esencial, básica, para que se den otros procesos cognitivos.

Podemos entender la atención como la capacidad para seleccionar información relevante externa (del entorno que nos rodea) e interna (de nuestras sensaciones y pensamientos) manteniéndola presente o activa para poder procesarla.

Ahora nos resultará fácil comprender que un fallo en el procesamiento atencional puede afectar a otras áreas como la memoria o el aprendizaje. De la misma manera, conocemos que la atención se altera por numerosas causas. Por ejemplo, presentar un estado de ánimo bajo, estar preocupados, el cansancio, la motivación o características individuales pueden influir en el rendimiento de nuestra capacidad atencional. Por lo tanto, se requiere de un profesional que explore adecuadamente al paciente para discernir el origen de las dificultades.
Centrándonos en las dificultades atencionales, debemos saber que la atención no es un concepto unitario, en él se incluyen diferentes aspectos que varían en cuanto a su función y complejidad. Estas diferentes facetas de la atención pueden describirse a partir de una estructura jerárquica, es decir, podemos definir diferentes niveles donde los superiores requieren de los  inferiores para su buen funcionamiento. El nivel menos complejo desde un punto de vista cognitivo se llama arousal, se refiere la cantidad de activación que nos permite estar conectados con el entorno. Desde que nacemos tenemos activación suficiente para estar conectados con el entorno, en los primeros meses de vida este nivel de activación está muy ligado a la postura del bebé.

El siguiente nivel es el que nos permite dirigir nuestra atención a un estímulo concreto, se denomina atención focalizada, a medida que los bebés mejoran en su capacidad visual van desarrollando también su capacidad para atender a los diferentes estímulos que les rodean, la estimulación es esencial
para el desarrollo de este proceso.
Seguidamente estaría la capacidad para mantener durante un tiempo la focalización de la atención, en este caso hablaríamos de atención sostenida. En este nivel podemos asociar los términos de vigilancia,concentración o control mental. Los 4 años (aproximadamente, cada persona tenemos nuestro propio ritmo) es una edad relevante para el desarrollo del control mental, esto está relacionado con procesos de maduración cerebral.Lo destacable de este procesamiento es que mientras que en nivelesanteriores el estímulo tenía un papel muy importante, ahora, desde este nivel,empiezan a tomar relevancia mecanismos internos para manejar la atención.La experiencia social tiene un papel determinante, debemos potenciar que los niños desarrollen estas capacidades para que los siguientes niveles del modelo puedan asentarse.

Entre los 7 y los 9 años suele producirse una mejora en la atenciónsostenida.Modelo clínico atencional de Sholberg y Mateer.

En el siguiente escalón encontramos la capacidad para inhibir estímulos que nos distraen, seleccionando lo relevante y no atendiendo a lo irrelevante, por eso se denomina atención selectiva. Los 9-12 años es un periodo clave para la mejora de esta capacidad, ya que hay una maduración significativa de los procesos de control atencional. Por último, los dos niveles atencionales más complejos son la capacidad para cambiar el foco de atención de una tarea a otra. Por ejemplo, si estamos haciendo una tarea de dibujo y
pasamos a hacer una tarea de sumas. Esto se denomina atención alternante. Finalmente, ocupando la posición más elevada en el modelo jerárquico se encuentra la denominada atención dividida que implica la capacidad para llevar a cabo varias tareas a la vez. Estos procesos atencionales van mejorando a lo largo de todo el periodo de la adolescencia.

Como conclusiones:

  • La atención es una capacidad que se desarrolla a lo largo de la
    infancia y la adolescencia, debemos conocer qué podemos exigir en
    cada etapa evolutiva.
  • Importancia del entorno y el aprendizaje, si uno no tiene experiencias
    que le permitan desarrollar la concentración le será muy difícil no
    distraerse con cualquier estímulo que se le cruce en su camino.

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